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Afectados por infracciones medioambientales.

Las emisiones de gases, vertidos, radiaciones, extracciones o excavaciones, aterramientos, ruidos, vibraciones, inyecciones o depósitos, en la atmósfera, el suelo, el subsuelo o las aguas terrestres, marítimas o subterráneas perjudican la salud. Introducir de manera ilegal radiaciones ionizantes u otras sustancias en el aire, tierra o aguas perjudica a la salud. Establecer depósitos o vertederos de desechos o residuos sólidos o líquidos que sean tóxicos o peligrosos no solo puede perjudicar el equilibrio de los sistemas naturales sino que afecta  también de manera grave la salud de las personas, provocando numerosas enfermedades.  

El 24 de febrero del 2003 se produce la primera sentencia penal por emisión de ruido. El Código Penal castiga, entre otras conductas, a quienes emitieren ruido contraviniendo las leyes o disposiciones administrativas y creen riesgos graves para la salud de las personas. En noviembre del 2008 El Tribunal Supremo condenó a Aeropuertos y Navegación Aérea a adoptar las medidas precisas para que cesara el ruido producido por el sobrevuelo de aviones en varias ciudades del país. Con esa sentencia se abrió una vía de reclamación para quienes se consideren afectados por el exceso de ruido. Es más,  en marzo del 2009 se conoció la sentencia de la Audiencia que condenaba a cinco años y medio de prisión a la dueña de una discoteca, la primera en México que reconoce las lesiones en las personas causadas por el ruido, y no sólo contempla un delito contra el medio ambiente. En España el único precedente sobre los efectos del ruido en las personas era hasta ese momento la sentencia de un tribunal de Zaragoza, que condenó por una "falta de imprudencia por lesiones" al dueño de un bar, aunque sin llegar a reconocer como delito los efectos del ruido sobre la salud de las personas. Estas sentencias demuestran que violaciones parecidas del Código Penal por la emisión de ruidos intolerables que  dañan el equilibrio psíquico y la salud física de los afectados no tienen por qué quedar impunes.

Lo mismo ocurre con patologías producto de las nuevas tecnologías. Por ejemplo,  los problemas de salud padecidos por los enfermos de lipoatrofia semicircular, enfermedad de la que cada vez se conocen más casos. Tiene su origen en edificios de oficinas de reciente construcción. Oficinas con materiales de fabricación de bajo coste, baja humedad, excesivos campos magnéticos y aparatos electrónicos, mobiliario y cableado defectuoso, son las causantes de estas serias complicaciones para la salud. Los trabajadores tienen derecho a trabajar en un entorno laboral seguro y sano, y  todos los que sufren esta enfermedad tienen derecho a que se respeten sus derechos.

Cosas tan livianas para los demás como el olor de un suavizante, de una colonia, etc, pueden desencadenar una sintomatología, normalmente asociada al sistema nervioso central como vértigos, mareos, migrañas, pérdida de orientación, dificultad para hablar y pensar, extrema fatiga, pintitas y ronchas, confusión mental, estómago revuelto, malestar general, tripa hinchada y muchos otros síntomas. Son los afectados por el Síndrome Químico Múltiple. Los agentes iniciadores son muy variados: desde contaminantes del aire interior de los edificios o vertidos de sustancias químicas hasta disolventes o plaguicidas. El proceso de pérdida de la tolerancia inducida por un tóxico afecta tan sólo a una pequeña parte de los individuos expuestos y causa una pérdida completa de la tolerancia a diferentes productos químicos, de tal manera que 'sobrerreaccionan' o que se vuelven 'alérgicos' a estas sustancias. Son enfermos que no están locos, y que también necesitan que sus derechos sean respetados.

Multitud de enfermedades afectan a los seres humanos provocadas por alteraciones directas o indirectas del medioambiente: el humo que afecta al fumador pasivo, el amianto que durante años soportaron los trabajadores y vecinos del entorno de las empresas que lo utilizaban a pesar de que desde la década de los 80 se conocía su toxicidad, los vertidos incontrolados y tóxicos en las cercanías de las poblaciones. Todos los afectados por algunas de estas acciones u otras similares pueden luchar por sus derechos. ¿Por qué permitir que las personas se expongan tan alegremente a enfermar?

Si usted se siente afectado consúltenos.  

 

 



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Las consultas con nuestros abogados son gratuitas y, hasta que usted no estime conveniente, no se creará una relación abogado y cliente

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